Lo que vale el voto en España

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A punto de entrar en una nueva campaña electoral tras cinco meses de esperpento político, no parece que la experiencia haya servido para tomar conciencia de lo ineficaz, arbitrario, tramposo y distorsionante del sistema electoral español.

¿Que cuanto vale el voto en España? Pues depende de donde votes y a quien votes. Para contestar a esa pregunta le eché horas y finalmente salió un librito que ocupa algo más de 170 páginas y que lleva por titulo: “EL VALOR rEAL DEL VOTO”, así, con la realista erre minúscula. Lo editará El Viejo Topo. Estamos en capilla.

Responder pues a la pregunta en algo más de mil palabras se hace harto complejo. Se me ocurre pues la posibilidad de reflexionar sobre la problemática que el sistema electoral español genera, y que a los “mediáticos políticos” no parece preocupar, instalados como están en eternas campañas de marketing y publicidad. Ya les va bien como está.

Lo que los primeros años, tras la transición, sirvió para dar estabilidad hoy parece ser fuente de inestabilidad. Tal cosa es tan solo una apariencia. Una apariencia que pudiera justificar una huida hacia adelante del establisment reclamando una reforma hacia un sistema electoral mayoritario, sea con listas abiertas o con circunscripciones uninominales, que facilite la gobernabilidad, en aras de una supuesta estabilidad. La argucia es decir que elegiremos a personas y no a partidos; la pena es que muchos compraran la moto.

El problema del sistema electoral español actual es que se declara proporcional cuando en realidad es un sistema mayoritario que genera un bipartidismo imperfecto (PP, PSOE) preciso de apoyos de los nacionalismos (PNV, CiU, ERC). Dicho bipartidismo imperfecto se reproduce en las autonomías con iguales o distintos protagonistas.

Los tres elementos que distorsionan el ideal de proporcionalidad del actual sistema electoral español, en orden de gravedad, son:

1º.   Circunscripciones provinciales.

2º.   Mínimo del 3% o del 5% de votos para obtener representación (según elecciones y/o circunscripciones).

3º.   Reparto por el sistema D’hondt

Cuatro son los criterios que utilizo para analizar nuestro sistema electoral o cualquier otro:

1º.   Porcentajes. Comparativa entre votos obtenidos por cada candidatura y la representación asignada.

2º.   Coste medio por escaño. Media de entre votos y escaños obtenidos. Estos cálculos realizados en el ámbito general nos dan grandes sorpresas; realizados por circunscripciones pueden ser aun más ofensivos. Lo del Senado no tiene nombre.

3º.   Índice de Poder de Voto. Nos permite comparar el valor de los votos según la perspectiva de estudio que realicemos. Es llamativo que antes de votar ya existen diferencias entre, por poner ejemplos, los votantes de Soria o Lérida y los de Madrid o Barcelona.

4º.   Votantes Sin Representación. Existe un alto numero de ciudadanos que aun acercándose a votar su voto no vale nada, diríamos que su IPV es igual a cero (0). En las últimas elecciones del 20/12/2015 hubo 2.587.506 votos sin representación en el Congreso (10,38%) y 9.506.538 ciudadanos que no tienen representante en el Senado (42,47%). Para mas INRI el porcentaje de ciudadanos sin representación es más elevado en las provincias más sobrerrepresentadas.

Les prometo que el libro es jugoso si quieren bucear en la estafa de nuestro sistema electoral. No hace falta que les diga quienes han sido los grandes beneficiarios y quienes los grandes perjudicados. Pero, más que los partidos, los grandes beneficiarios han sido las oligarquías nacionales y nacionalistas junto a los oligopolios mundiales y los grandes perjudicados el pueblo español, entendido como el conjunto de los trabajadores y todos los afectados por la desigualdad social, económica y política. Y eso es así independiente de a quien dé cada uno su voto. Y por supuesto la democracia, que ha quedado desprestigiada por el mismo sistema.

Pero que sería de un libro que solo aporta críticas al sistema si no aporta propuestas de soluciones. Tras repasar los sistemas electorales cercanos: británico, francés, alemán y holandés y las propuestas de los partidos para reformar la ley electoral, mi intención inicial era proponer un Iniciativa Legislativa Popular pero releyendo la Constitución tal probabilidad no existe ya que la propuesta implica una reforma de la Constitución y las leyes orgánicas, como es el caso de la LOREG, no pueden ser reformadas vía ILP.

Así pues lanzo la propuesta de reforma a la espera de que algún partido la haga suya y podamos ver un día su debate en el Congreso de los Diputados. Tengo pocas esperanzas de que tal cosa suceda. Aspiro pues a que el debate se dé entre la ciudadanía.

A modo de resumen la propuesta contiene los siguientes puntos:

  • Priorización de la representatividad para conseguir que en el Congreso o parlamentos autónomos el porcentaje de votos sea equivalente a la representación asignada a cada  candidatura.
  • Esto implica necesariamente que exista una circunscripción única en cada elección. Excepto para el Senado en que cada Comunidad autónoma será una circunscripción.
  • Las provincias serán Distritos Territoriales (excepto Madrid y Barcelona que se dividirán en dos) donde se presentaran las listas y no tendrán asignado un número exacto de escaños; estos dependerán de la participación en las votaciones. En todo caso en el proceso de asignación territorial se garantizará un mínimo para todas las provincias.
  • A cada distrito se le asignara un Mínimo de Candidatos según el censo, que servirá como referencia para presentar las listas, en los Distritos más pequeños ese mínimo será de tres.
  • La distribución de los escaños será proporcional a los votos de cada candidatura en Circunscripción única utilizando el método Hare o de resto mayor.
  • Los escaños de cada candidatura se asignaran a los Distritos Territoriales según los votos obtenidos por cada candidatura en dichos Distritos y asegurando en todo caso representación en los Distritos más pequeños.
  • También propongo ampliar a 400 escaños el Congreso y reducir el Senado a 167, de los que 150 serían elegidos directamente en las Circunscripciones Autonómicas con el mismo sistema general.
  • Una medida que vitalice el senado sería hacer coincidir su elección con las autonómicas y las locales con las del Congreso, imponiendo un lapso entre unas y otras de 2 años.

Queda otra importante reforma que abordar. Dado que priorizamos en la configuración del legislativo la proporcionalidad, hemos de asegurar en el ejecutivo la gobernabilidad. Además es necesario evitar que el país vuelva a estar tantos meses con un gobierno provisional. Aquí tan solo apunto unas pinceladas de la propuesta.

El gobierno se puede elegir por el parlamento en dos posibles fases como hasta ahora pero restringidas en el tiempo (tres semanas cada una). Si finalizado este periodo no se ha elegido presidente de gobierno, en una única votación en el Congreso se elegirán a los dos candidatos con más votos. Estos se enfrentaran en unas elecciones convocadas en el plazo máximo de 3 semanas de las que saldrá elegido presidente de gobierno el que obtenga la mayoría de votos.

Hay propuestas sobre abstención y votos en blanco, pero sirva lo dicho como aperitivo. Esta quiere ser una propuesta completa y rompedora, que seguro que no gustara a las elites de los partidos que esperan beneficiarse del sistema actual o de otros que pretendan evolucionar hacia sistemas mayoritarios también en el legislativo. Pero tal vez si queremos recuperar el interés por la política entre nuestros conciudadanos es necesario acabar con la partitocracia, ellos seguro que no quieren, pero la sociedad lo demanda.

Vicente Serrano. 05 de junio de 2016
Presidente de Alternativa Ciudadana Progresista y
Candidato nº 5 de Recortes Cero – Grupo Verde en Barcelona.
Publicado en Crónica Popular

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