Pedro Sánchez, Unidas Podemos y la debacle de la Izquierda en España.

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Cada vez parece más evidente que este gobierno que padecemos tiene una extraña distorsión, no digo de la realidad, ya sabemos que tal cosa es “relativa” en estos tiempos de neoliberales autodeterminismos, si no del relato de lo que pasa en España y Cataluña. Y esta es la primera distorsión: Entender que se puede hablar de Cataluña como ente diferenciado y ajeno a España. Algunos lo llamarán distorsión, otros simplemente constatamos la “rendición” ─podríamos hablar en puridad de conversión─ del Sanchismo y de sus colegas de “Unides” Podemos a la terminología nacional-secesionista, a su relato, a su credo.

Es sonrojante escuchar a Leire Pajín hace unos días, en el transcurso del programa matinal de TVE, hablar del “presidente de Catalunya” ─ahí sí va con “ny” por que en la Cataluña real no existe presidente de la comunidad─, en España no tenemos presidente de España, lo más: presidente del Gobierno y Jefe del Estado a titulo de Rey… pero ¿presidente de España?… ¡pues no! Pero parece que en el “país vecino” sí, tienen “Presidente del País Vecino”, por que para eso tenemos unos políticos indocumentados intelectualmente, para reconocerles que sí, que son más nación, eso sí, una nación conformada por un tercio, no más, de los habitantes de la Cataluña real. Que además se saben superiores y que tienen unos derechos milenarios… y se nota porque estando reprimidos y oprimidos por los seres con tara genética resulta que detentan el poder económico y político, mientras sus opresores vivimos en barrios y ciudades obreras de la periferia de Barcelona, tal como lo definía James Petras en su artículo “La cuestión del bilingüismo”. (Un artículo cada vez más difícil de encontrar, ni en Rebelión donde lo publico por primera vez y que tal vez él mismo, a tenor de sus ultimas firmas, prefiere olvidar, ¡ay la mano larga de Soros!)

El armagedón es hacernos comulgar con ruedas de molino y pensar que lo bueno para los secesionistas y para el Sanchismo es bueno para los que los sufrimos, la mayoría de los catalanes y el resto de españoles, descontando unos miles de vascos, algunos gallegos, ciertos valencianos y pocos andaluces… y algún otro despistado con lo de la leyenda negra hipanofoba, que de todo hay.

Es cuestión de ponerse comprensivos y magnánimos. Da igual que los recién indultados salgan diciendo que lo volverán a hacer, da igual que el President de la Generalitat de Catalunya le reclame al día siguiente “dialogo” para ver como hacemos lo del referéndum y la independencia. Da igual porque ya sabemos lo que para el secesionismo quiere decir dialogo: Cataluña es homogénea y por tanto nosotros hablamos por todos los catalanes y de lo único que hay que hablar es como lo hacemos… ¡lo de la republiqueta!

Pero sobre todo es cuestión de orquestar una campaña ideada por el oráculo de su Sanchidad: un tal Redondo. Primero indultos y a la par os dejamos quitaros la mascarilla, aunque sea prematuro, luego besamanos con los jerarcas de la Iglesia Católica y Apostólica ─a la que cuando están en la oposición le van a quitar el Concordato… ¡ja!─, palmaditas de la oligarquía empresarial del país y luego opera bufa en el Liceo de Barcelona con claca asegurada… Mesiánica puesta en escena para hipnotizar a los votantes del PSOE que andan con las neuronas y el estomago revuelto, que ni con omeprazol se evitan las vomiteras.  Su Sanchidad dando muestras de santidad, ofreciendo el perdón sin contrición, sin propósito de enmienda… más Mesías que el Mesías.

Y para postre “terapia del shock”: «No habrá referéndum de autodeterminación». Y todos saliendo del sopor por los indultos… ¡Aleluya! Ha dicho Sánchez que ni un paso más… ja ja ja Donde dije digo, digo Diego. Hasta el charneguito agradecido se lo ha recordado “también dijo que no habría indultos”. Pues tiempo al tiempo, cierto que los que veían la bondad de los indultos, aun con temor, se han tranquilizado y autojustificado. Léase a mi amiga Lidia Falcón que no entendía mis reparos.

¡Pero vamos a ver! ¿Para que quieren referéndum de autodeterminación si lo de la independencia la obtendrán, si nadie lo remedia, poco a poco?, como cuando José Mota decía de invadir Portugal, moviendo los mojones “sin que se note”. Primero les cederemos el control de las aguas territoriales españolas (en Cataluña) a los mossos, luego les financiaremos la fiesta supremacista con el cuarenta y tantos por ciento de las ayudas europeas, ya se les cedió el control del aeropuerto de Barcelona, a poco se les regalará la caja de la seguridad social (a los vascos ya lo están haciendo), después se les descarga de aportar parte de los 21.000 millones para cubrir el déficit de las pensiones y lo de la inmersión lingüística está más que asumido, no moverán un dedo por los trabajadores y menos por sus hijos.

La entrega y la derrota de la izquierda oficial (PSOE y UP) es total. Con una izquierda sin proyecto para España, la gran beneficiada es la derecha. No es nuevo. Es fácil que una clase obrera abandonada pueda abrazar propuestas identitarias de la ultraderecha. Pasó con el nazismo en la Alemania, el fascismo en Italia a principios del siglo XX, con el lepenismo en Francia o los neofascismos en Austria, Alemania o Hungría más recientemente, el neonacionalismo británico y su resultado el Brexit y, aquí y ahora, en España con Vox y con los nacionalismos vasco y catalán (se vistan como se vistan… pura ultraderecha xenófoba)

El nacionalismo en cualquiera de sus formas crece cuando la izquierda olvida sus principios, cuando el conflicto capital-trabajo es sustituido por los conflictos sectoriales, donde la desigualdad es el motor reivindicativo.

Desde la caída del muro de Berlín la izquierda se deshace cual azucarillo en la Europa del neoliberalismo. La cosmética de las reivindicaciones sectorizadas se difumina cuando esas son propias del liberalismo, y este puede perfectamente abanderarlas. La debacle de los partidos de izquierda, comunistas y socialistas, en Europa es evidente. En España llevamos cierto retraso en esa tendencia, debido a los 40 años de franquismo, pero parece que en los últimos tiempos el populismo de izquierdas, representado por Podemos y que ha contagiado a un PSOE, que ya traía un impronta socioliberal, está acelerando a marchas forzadas el proceso. El significante vacío neoperonista está vaciando a la izquierda de contenido.

Los sucesos a los que asistimos en los últimos tiempos, y que señalaba al principio, nos plantean urgentemente la necesidad de un nuevo paradigma de la izquierda que permita recuperar la hegemonía cultural y política. Un paradigma que, en ningún caso, puede salir de las estructuras actuales, PSOE, Podemos y todas sus confluencias, no son, para nada, las organizaciones llamadas a crear esa alternativa. Otro sí son sus bases, las actuales y las que ya les abandonaron, que deben hacer, debemos hacer, el esfuerzo por encontrar y construir esa alternativa.

Ni trocear España, ni trocear los estados europeos. Hoy el Estado ha de ser la herramienta principal para garantizar la igualdad y la justicia social…

¡Los nacionalismos nos debilitan!

Nou Barris, Barcelona. Sábado, 3 de julio de 2021

Vicente Serrano.

Miembro del Grupo Promotor de A.I.R.E. y de la Asociación Alternativa Ciudadana Progresista

Autor de EL VALOR rEAL DEL VOTO. Editorial El Viejo Topo.

Publicado en Crónica Popular

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