No entiendo muy bien a los que cuando comparan los resultados electorales de Madrid con Cataluña, con menos de 3 meses de diferencia, simplifican diciendo que en Madrid gano la derecha. ¿Y en Cataluña quien gano? La derecha.

La gran diferencia es la participación mientras en Cataluña se abstuvo prácticamente la mitad del censo (46,5%), es decir que voto poco más de la mitad, en Madrid la gente acudió masivamente a votar ─solo se abstuvo el 23,7%─ desmontando las teorías sobre la influencia de la pandemia sobre el abstencionismo en Cataluña; que tal vez deberían achacar al cansancio y desafecto que la clase política catalana genera en su electorado.

Mientras la conformación de gobierno en Madrid no parece que se alargue mucho en el tiempo, en Cataluña siguen jugando a ver quien la tiene más grande, cuando todos sabemos que finalmente pactarán entre los secesionistas ─Seguramente se odian entre ellos, pero la pela es la pela, y no están para perder pesetas, digo Euros─.

Si repiten elecciones habrá más participación y solo la ambición de JxCat (Puigdemont) puede forzarlas para recuperar la hegemonía dentro del nacional-catalanismo, una jugada arriesgada que puede implicar la perdida de la mayoría absoluta del secesionismo conseguida gracias a la baja participación. El efecto Ayuso soplará por Cataluña recomponiendo la derecha españolista, quien más perderá ahí será C’s.

En la izquierda el efecto Illa está amortizado, aun así es posible que gracias al incremento de participación ampliara su representación parlamentaria dado que la oferta sería repetitiva. Los escarceos de En Comú Podem para apoyar un pacto nacionalista “de izquierdas” junto a la teatral salida de P. Iglesias pasarían factura, ya que es improbable que en unas elecciones tan cercanas los movimientos para crear una alternativa de izquierda y no nacionalista no hubieran, aun, madurado suficientemente.

Contabilizados los votos en función de la adscripción política no parece que Cataluña sea más de izquierdas, a no ser que tengas mal la visión periférica y veas a ERC como izquierda, cosa que suele sucederle a las gentes de Comuns o de Unidas Podemos… y sanchistas o icetas irredentos. En las sumas están contabilizados los votos de C’s como derecha y las de PACMA como izquierdas (aunque a veces su puritanismo haga que lo dude) en ambas autonomías y las de PDeCAT en Cataluña, como derechas.

Dado que la abstención en Cataluña fue el doble que en Madrid y que el abstencionismo se repartió a partes casi iguales entre secesionistas y constitucionalistas (entre secesionistas prácticamente todos son de derechas, y entre los otros la cosa esta más repartida) Seguramente de haber votado un 23% más ─para igualar a Madrid─ la derecha en Cataluña, que ganó y más ampliamente que en Madrid, habría ganado, también, respecto al censo. Pero ya sabemos que para el pensamiento oficial (“único” suena excesivo) el nacionalismo catalán y vasco son progres.

La huida de Pablo Iglesias.

En la historia hay personajes que generan cambios positivos o negativos desde su propia inconsciencia. Es el caso de Pablo Iglesias Turrión que auto-imbuido de un mesianismo totalizador ha destruido lo poco decente que pudiera quedar de la izquierda.

Cuando despechado por la negativa de IU a que encabezara su lista a las europeas del año 2014 crea la candidatura de Podemos y pone su foto en la papeleta, asume la propuesta de la VI Universidad de Verano de Izquierda Anticapitalista en 2013 celebrada en La Granja (Segovia) Allí estaban Esther Vivas, Monedero, Garzón (al poco consiguió echar a Cayo Lara), Pisarello y Sabino Cuadra (EH). De allí salió la apuesta y orientación de un proyecto, que luego vería la luz como Podemos, que reforzó el apoyo de la izquierda, sin tapujos, a los nacionalismos que pretendían, y pretenden, dar otra vuelta de tuerca a la desmembración del estado. La falta de visión política, a la luz de los hechos, que algunos ya preveíamos, es axiomática.

Es evidente que a ciertas oligarquías mundiales la desmembración de España le reportaría píngües beneficios, por lo que no es de extrañar el apoyo mediático recibido, que permitió a Pablo Iglesias convertirse en un líder mediático y mesiánico. Desde su atalaya ha contemplado y avivado, cual Nerón, el fuego de la autodestrucción que consumía a la izquierda. En aquellos tiempos, 2015-16, hablábamos en Alternativa Ciudadana Progresista de que cuando se retirara el tsunami Pablemos la desolación de la izquierda sería total… parece llegado el tiempo.

Solo le quedó retirarse auto-adjudicándose, pretenciosamente, la heroicidad de haber acabado con el bipartidismo en España. Una medalla que no puede colgarse dado que el bipartidismo imperfecto está en la esencia del sistema electoral español que no ha sabido o mejor dicho no ha querido reformar.

Hoy, realizado el trabajo, El Caballero Inexistente retorna a su castillo recién adquirido. Esperaremos a ver que puerta giratoria se le abre ¿Roures?

Los toreros cuando se cortan la coleta es para no volver a los ruedos…

¡Va por usted maestro!

Nou Barris, Barcelona. Viernes, 14 de mayo de 2021

Vicente Serrano.

Miembro de Alternativa Ciudadana Progresista y del Grupo Promotor de A.I.R.E. 

Publicado en Crónica Popular