El sistema electoral español otorga la mayoría absoluta al nacional-secesionismo en Cataluña (1)
Lejos de derrotismos y de exaltaciones por la derrota o el triunfo, lejos de análisis sobre la permanencia del procés, se daba por descontado que seguiría, la conclusión más importante y la que debería hacernos reflexionar a todos, mas no parece que así vaya a ser, es la necesidad urgente de ponernos a la faena para reformar el sistema electoral español. Que el nacional-secesionismo tenga mayoría absoluta es culpa no tanto de la persistencia del mismo a lo largo del tiempo sino, mas bien, de la incapacidad de nuestros gobernantes por poner coto a todo el sistema de captación, asimilación y manipulación social que dicho movimiento lleva realizando más de 30 años.
Claro está que otra de las cosas que ya debería estar en marcha es una reforma del sistema electoral español que impida que se repita la burla que llevamos soportando en los últimos años en Cataluña. De nuevo el secesionismo ha vuelto a perder su apuesta y sin embargo el sistema electoral, tan español él, le vuelve a regalar la mayoría en el Parlament. Si así seguimos tendremos elecciones cada año y sin posibilidad de arreglo.
Si observamos[1] la gráfica 1 comprobaremos que los votos de los constitucionalistas pierden poder al convertirse en escaños, en diputados. En cambio el 47,49% de votos secesionistas crecen hasta representar casi el 52% del Parlamento Catalán. Hasta los pretendidamente equidistantes sufren perdidas de representatividad. Evidentemente es una visión general y maniquea, pero inevitable ante una visión maniquea forzada desde el “prosecionismo”, guste o no a Colau y compañía.
También es muy recomendable constatar en la gráfica 1 que el secesionismo no representa más allá del 38,77% del censo, que es mucho, pero no es mayoritario socialmente.
Por fin vota más del 80% del censo, ese mantra tan secesionista que dice que dicho porcentaje esta por el derecho a decidir. La cruda realidad desmiente los falsos memes pocesistas. Si sumamos a los secesionistas a los autodeterministas de CatCP se quedan en tan solo un 44,85% de los catalanes que defienden ese derecho –Soy muy generoso al considerar a todos los votantes de CatCP como partidarios de tal opción, pero la llevan en el programa-. Evidente que no es una afirmación que haga por primera vez, en todos los análisis que he realizado sobre el tema siempre afirmé que el supuesto derecho nunca supero el 50% de la población catalana.
Pero es necesario entrar en el análisis de los resultados por candidaturas y observar que el sistema electoral, tan español, genera resultados injustos ya que beneficia a unos y perjudica a otros pero no solo por bloques sino por candidaturas. En la gráfica 2 se puede comprobar que los dos partidos más beneficiados por la loto española son JxCat y ERC. También Ciudadanos se beneficia en este caso de la sobrerrepresentación.
JxCat recibe un regalo de 3,5 puntos porcentuales, mientras ERC casi un 2,5 de puntos. Finalmente Ciudadanos también se abona a la loto electoral obteniendo una sobrerrepresentación de poco más de 2 puntos. Es una loto trucada y ya lo explique en mi último artículo y en otros. Papa Noel ha traído a JxCat 5 escaños de regalo, 3 a ERC y 3 a Ciudadanos. Ver cuadro 1.
En cambio tanto en porcentajes como en escaños el resto de candidaturas sufren perdidas tan considerables como la no representación en el Parlament de PACMA y Recortes Cero. Si las elecciones se hubieran hecho con un sistema de Circunscripción Única los secesionistas tendría 64 diputados y sería una justa representación pero es evidente que no podrían mantener la política de desafío al estado.
Es evidente que el grupo constitucionalista tampoco tendría mayoría absoluta pero su representación sería más justa y ello permitiría otro tipo de acuerdos y combinaciones fuera de los bloques que hoy existen. Podríamos empezar a debatir en torno al eje principal de cualquier sociedad actual, el eje izquierda – derecha.
No parece que las intenciones de los grandes partidos nacionales PP, PSOE y Podemos estén muy interesados en el cambio de sistema electoral. Sobre todo por que ellos son beneficiarios directos del mismo.
El mal endémico del sistema electoral español es que perpetúa la partitocracia en España tanto en el ámbito general (estatal/nacional) como en el autonómico. En varias ocasiones lo he propuesto y en mi ensayo incluyo a modo de ILP una propuesta de reforma tanto constitucional como de la LOREG. Ciertamente se podría haber hecho una reforma electoral en varias crisis de nuestro sistema, como cuando se repitieron las elecciones generales e incluso en una situación tan grave como la que determino la aplicación del artículo 155. Pero no parecen conscientes los dirigentes políticos españoles (incluyo a los catalanes) de la situación histórica en la que nos encontramos. Parecen más preocupados de salir de cualquier manera del paso esperando que el tiempo todo lo cure. La realidad es que el tiempo juega en contra de la democracia y de la justicia social y por tanto de la cohesión social del país (España).
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El sistema electoral español otorga la mayoría absoluta al nacional-secesionismo en Cataluña (y 2)
El pasado 22 de este mes realicé mi primer análisis sobre el resultado electoral que salió publicado tanto en Crónica Popular como en El Catalán. Este primer análisis nos permitía ver claramente la deformación de la voluntad de los ciudadanos antes incluso de votar. Y finalmente la paradoja de que habiendo sido derrotado el secesionismo, este tenga mayoría absoluta en el Parlament y tenga la posibilidad de formar gobierno.
Para este segundo análisis esperaba contar con los datos definitivos, una vez recontado el 100% de los votos y sobre todo teniendo en cuenta que ha trascendido públicamente, a través de varios medios de comunicación, la perdida de un diputado de Ciudadanos en la circunscripción de Tarragona a favor del PP. Dado que todos mis cálculos los realizo a partir de datos oficiales acudo al portal oficial de la Generalitat sobre las elecciones pero los datos siguen correspondiendo al recuento provisional de la madrugada del 22 de diciembre. Abierta reclamación la contestación es que “hasta que las Juntas electorales no publiquen los resultados definitivos….éstos no estarán disponibles en la web de resultados electorales para poder descargarse”. Así pues seguiremos el estudio con los datos disponibles (99,89% escrutado, lo que corresponde al 100% de Lérida y Gerona, al 99,86% de Barcelona y el 99,90 de Tarragona). En realidad las conclusiones a las que llegaremos serán tan validas como si los resultados estuvieran escrutados al 100% .
Resumo las causas de la deformación de la voluntad popular:
- Cataluña se divide en cuatro circunscripciones que coinciden con las cuatro provincias y se les asignan un número de escaños a cada una, que es el origen de la deformación.
Es evidente que el sistema actual sobrerrepresenta a las tres provincias con menor censo. Sobretodo a Lérida donde sin haber votado se obtiene cada escaño por menos de 20.000 censados (Recuérdese que todavía no hemos votado), frente a más del doble de los ciudadanos necesarios para asignar cada uno de los escaños de Barcelona. Obsérvese el Índice de Poder de Voto de los catalanes según su residencia. Los ilerdenses tienen 2,36 (1,99/0,84) veces el IPV (censal, sin haber votado) que los barceloneses; 1,54 que los de Tarragona y 1,48 veces que los gerundenses. Los agravios no acaban en el IPV de Lérida respecto a los otros tres. Gerona multiplica por 1,59 el IPV de Barcelona y supera ligeramente el de los tarraconenses (1,04); Estos últimos multiplican su IPV 1,53 respecto a barceloneses. Es evidente que el mayor agravio es para los habitantes de Barcelona.
Podría argumentarse que una mejor distribución por provincia solucionaría el problema. Aquí especulo con dos distribuciones proporcionales. Una por el método D’Hondt y otra por el Hare. Ambas mejoran el reparto pero igualmente discriminarían a los leridanos y tal vez la solución no es discriminar a nadie. Aparte de que existen otras razones para proponer una circunscripción única que iguale el valor de voto independiente de que haya más o menos escaños por provincia. Al final del artículo haremos una propuesta.
- El sistema exige mínimo del 3% de votos en la circunscripción a cualquier candidatura o partido para tener representación. Este filtro solo afecta a Barcelona, ya que el coste medio de un escaño supera en las otras provincias dicho 3%. En estas elecciones nadie ha quedado fuera por el límite del 3% pero en 2015, Unió con casi 103.000 votos, un 2,51%, se quedó sin representación mientras JxSí (ERC+PDECat) en Lérida obtenía 10 diputados a un precio de saldo: 12.606 votos. ¡No parece muy proporcional!
- El método D’Hondt es un sistema proporcional al que cualquier político o politólogo echa la culpa de la injusticia total del sistema electoral español y siendo, como es, un sistema que favorece a los mayoritarios podemos decir que la culpa de los males de nuestro sistema no es suya o al menos no mayormente. Ciertamente existen otros métodos de reparto proporcionales que puede ser mas justos e incluso beneficiar a los minoritarios, hecho que implicaría una mayor participación y representación de la ciudadanía. El método Hare, o proporcional y a resto mayor, se utiliza en las elecciones sindicales en España y permite una proporcionalidad más real. Si se utilizará en las elecciones parlamentarias mejoraría el optimizaría el reparto, sobre todo, si, como es mi propuesta, se hiciera en circunscripción única.
Necesitamos volver sobre los datos para entender la deformación que lleva a un 47,49% de votos a tener un 51,85% de los escaños del Parlament.
Veamos cuantos votos le ha costado a cada candidatura o partido sus diputados. Cuadro 2.
Todos los escaños de Barcelona superan el coste medio por diputado 32.184 votos. De ellos llama la atención los más de 47.000 votos por cada uno de los 3 diputados del PP y de los 3 de la CUP. Tan solo el diputado por Gerona del PSC supera esa media. Son 86 diputados (fondo verde). El resto (49) todos obtenidos fuera de Barcelona cuestan menos que la media y 14 de ellos menos de la mitad de esa media. Son números a tener en cuenta más adelante.
Si observamos el cuadro 3 veremos que cuanto menos cuesta un diputado, mayor es el Índice de Poder de Voto de sus votantes –ahora si es un valor tras emitir el voto-. Las columnas representan el coste medio por diputado. Las columnas verdes y turquesas representan el coste medio que ha costado cada diputado para una candidatura en una circunscripción concreta. Las columnas en oro son los votos de aquellas candidaturas/circunscripción que no han obtenido representación. Desde Barcelona-PACMA hasta Lérida-CUP tienen más de 12.000 votos. No parece razonable que se queden sin representación viendo el coste de los diputados de Lérida de JunsxCat, ERC o C’s. ¿No?.
La deducción más importante de este cuadro, aparte de que todas esas candidaturas no tienen representación es que el IPV de esos votantes es 0 patatero. Son 146.785 ciudadanos que ejerciendo su voto quedan sin representación. Puede que algunos se sientan representados por diputados de otras provincias de su propio partido, pero lo cierto es que su voto no ha servido para nada.
Con el fin de poder comparar con otros sistemas electorales agrupamos todos los votos a cada candidatura, como si realmente hubieran todos colaborado en la consecución de los diputados y calculamos costes medios e IPV. El resultado lo tenemos en el cuadro 4. Es un cuadro que facilita la comprensión. Se ve perfectamente como los partidos beneficiados por el sistema electoral son los tres mayoritarios.
Que sean tres es novedoso y eso es debido al numero bajo de circunscripciones y la gran diferencia entre la mayor (Barcelona) y las otras tres. A la par el hecho de que en esta ocasión ERC y PDECat hayan ido por separado y sus resultados sean igualados y casi la mitad de lo que consiguieron juntos situándose ambos como los dos más votados en las dos provincias más sobrerrepresentadas, mientras C’s gana en las otras dos –infrarrepresentadas-.
Aun viéndolo en conjunto las diferencias de costes medios por diputado así como los IPV de los votantes son importantes, aunque queden en un intervalo menor. Si el análisis real (cuadro 3) el IPV fluctuaba entre 0,68 y 2,52, es decir que son aún más distorsionados que los valores asignados antes de la votación (censo, cuadro 1: 0,84 a 1,99). En el análisis de conjunto (cuadro 4) fluctúa entre 0,52 y 1,16 suavizándose la sobrevaloración de las tres candidaturas mayoritarias al compensar los diputados obtenidos en Barcelona y Tarragona su alto coste (infravaloración) el bajo coste de los obtenidos en Lérida y Gerona (sobrevaloración). Dicha compensación no se da en el resto de partidos ya que obtienen casi todos sus diputados en las provincias de Barcelona y Tarragona. C’s aunque partido más votado es el que menos se beneficia del sistema al concentrar sus votos en Barcelona la más infrarrepresentada.
Es evidente que votar PSC, CatComú, CUP o PP en Cataluña es tener menos poder que los que votan a JxCat, ERC o C’s. Pero lo más grave es que votar a otras opciones es su condena a la marginalidad: PACMA, Recortes Cero, PUM+J.
Propuesta de reforma electoral.
Ni es la primera, ni será la última vez que lance esta propuesta: Solo con un sistema electoral con circunscripción única se resolverá el problema de representación.
La circunscripción electoral única permite que el valor de cada voto sea idéntico, en torno a uno (IPV=1) y que el coste medio por diputado sea similar en prácticamente todos los escaños.
Una vez establecida la circunscripción única es necesario eliminar la exigencia de un mínimo del 3% para obtener representación sobre todo teniendo en cuenta que con 135 escaños, cada uno cuesta un 0,74% de los votos.
Y finalmente se puede optar por seguir usando D’hondt o sustituirlo por Hare como método de reparto y asignación, que es mi propuesta.
Veamos el resultado si se hubiera utilizado en estas elecciones y comparémoslo con el sistema actual.
La composición del Parlament habría cambiado, no radicalmente pero si de forma determinante. El vencedor de las elecciones seguiría siendo Ciudadanos con 3 escaños menos pero también sus inmediatos seguidores JxCat y ERC habrían perdido 5 y 3 escaños respectivamente. En cambio el resto de candidaturas tendrían más representación subiría 2 escaños, PP tendría 3 diputados más y CatComú y CUP conseguirían 2 escaños más cada una. Así mismo PACMA y Recortes Cero obtendrían representación con un diputado cada una. PACMA en el primer proceso de asignación directa y Recortes Cero por restos.
Explicar el sistema de calculo para la asignación de datos actual es tan complejo que precisaría mucha extensión, lo mismo que el sistema D’Hondt. Nadie pregunta o pone en duda es sistema aceptándolo como “verdad legitima”.
Obsérvese que el sistema de Circunscripción Única propuesto tiene dos fases muy simples:
- Se asignan tantos escaños como el resultado entero de dividir los votos de cada candidatura por la media total de votos validos. Media total 32.184
- Calculado el número de escaños pendientes de asignar, se calculan los restos de cada candidatura y se ordenan de mayor a menor asignándose uno a los ‘n’ primeros según los escaños pendientes. En este caso n=4.
Puede como siempre alarmar el escaño que se asigna a Recortes Cero por sus 10.114 votos; pero si se compara con los 14 escaños asignados con el sistema actual por un valor algo superior a 12.000 votos puede que se reconsidere el problema. Con la circunscripción única tan solo 4 escaños valen menos de la media; con la actual son 49 por debajo de ese valor.
Otro dato a tener en cuenta. El sistema actual deja a 146.785 votantes (activos) sin representación, con la circunscripción única tan solo 573 votantes estaría en tal circunstancia.
La asignación de escaños a las provincias se puede adaptar a los votos obtenidos en ellas o incluso garantizar una representación superior. Pero lo importante es que el voto de todos ha valido lo mismo y ningún voto es desperdiciado –los mínimos-
En el cuadro 6 podemos ver la horizontalidad tanto de los costes medios por escaño como el Índice de Poder de Voto de los ciudadanos en la propuesta de Circunscripción Única frente a la variabilidad/desigualdad del actual sistema. En todo caso la excepcionalidad se da en un solo escaño y de un partido minoritario. Excepcionalidad que no tiene por que darse siempre; aunque si se da sería siempre en este segmento.
Conclusión
Se hace perentoria una reforma electoral en España en general y en Cataluña en particular. Oiremos muchos cantos de sirena y propuestas bienintencionadas. Los primeros queriendo llevarnos a sistema muy europeos como el inglés o el francés (ambos sistemas mayoritarios) o al alemán que con su 5% de mínimo genera mayor desproporción. Los bienintencionados proponiendo ajustar el número de escaños por provincia (Rafael Arenas, ver cuadro 1, se olvida de PACMA en su supuesto, no pone en cuestión el 3%) lo que generará otras discriminaciones y mantendrá diferencia en valor del voto, además de que el número de no representados será igualmente alto.
Tal vez debamos aprender de Holanda y su sistema de Circunscripción Única. Ciertamente la creación de mayorías gubernamentales exigirá la sana costumbre de dialogar para llegar a acuerdos. Cosa que parece costar mucho a nuestros políticos que preferirían evolucionar a sistemas menos proporcionales y por tanto de corte mayoritario.
La propuesta completa en mi ensayo: “El valor real del voto”
Vicente Serrano
Presidente de Alternativa Ciudadana Progresista y miembro de Foro de las Izquierdas No Nacionalistas.
Nou Barris. Barcelona. 28 de diciembre de 2017
[1] Los datos utilizados en la elaboración de las gráficas salen de la Web de la Generalitat http://www.parlament2017.cat/ca/inici/
El presente artículo fue publicado en Crónica Popular en dos entregas CP1 y CP2 y en El Catalán en tres entregas EC1, EC2 y EC3
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